Finalmente el 7. El temido 7. El mágico 7.
Y es que llegar al momento de publicar representa siempre para nosotros una gran alegría y un alivio. Si somos reiterativos en darles la Bienvenida número tras número, es tanto para saludarlos como para celebrar que, en efecto, salimos al aire y estamos siendo leídos. Significa también un alivio porque publicar una revista cultural (sin ánimo de lucro y, como si fuera poco, libre de indexación) resulta un proyecto costoso. Y lo de los costos es relevante no sólo por los costos mismos sino porque la inversión representa una apuesta de la Universidad por apoyar otras formas de producir conocimiento.
Las revistas culturales no tienen la misma naturaleza de las revistas académicas, ni tampoco es esa su intención por más que sean patrocinadas y publicadas por una universidad. Sin embargo, el trabajo intelectual que se desarrolla en una universidad no se reduce a las formas de conocimiento que se privilegian en las revistas indexadas. Las universidades también son cuna de composiciones musicales, obras de arte, documentales, cortometrajes, ilustraciones, cuentos, fotografías, novelas y poemas. Resulta entonces importante preguntarse qué lugar ocupan estas prácticas dentro de las universidades y qué espacios se crean para su socialización. Nosotros nos hemos concebido como uno de estos espacios que incentivan el debate, la opinión y el ejercicio de pensar.
Decir que una revista es más importante que otra sería aceptar la sobrevaloración de los productos intelectuales científicos en desmedro de los productos intelectuales artísticos o de otras índoles. Por eso nos enorgullecemos de ser una revista libre de indexación y nos enorgullece que, aún así, la Universidad siga interesada en apoyar este tipo de propuestas. Nos enorgullece también darles la Bienvenida al número siete.