El quehacer textil en Occidente ha estado asociado a lo femenino. En gran parte esto se debe a que las mujeres hemos estado a cargo de las labores de la casa, dentro de las que se incluía hacer tela, vestuario y lencería. En los años en los que se nos negó el acceso a la educación formal, madres y abuelas se encargaron de educarnos en la economía doméstica para convertirnos en lo único a lo que podíamos aspirar: ser buenas esposas. Esta relación entre el quehacer textil y lo femenino ha sido históricamente alimentada por aquella figura romantizada de la mujer-madre, a través de un imaginario utilitario que ha servido para mantener las relaciones de sumisión y feminidad como espacios correspondientes, y que además asevera la casa como el espacio ideal para una mujer. Por esto, para muchas feministas de la segunda ola, la aguja representaba esas tareas del hogar y por tanto la consideraban un símbolo de opresión.

Sin embargo, sabemos que las agujas han sido mucho más que herramientas de sujeción. La historia da cuenta de muchas mujeres que encontraron en ellas un vehículo para sobrevivir, de otras tantas que las usaron como un medio creativo, una posibilidad de esparcimiento y, para otras, una excusa para el encuentro con otras mujeres. Estos espacios llegaron a ser tan valiosos que en algunas culturas fueron prohibidos al resultar amenazantes para las estructuras patriarcales. No sorprende entonces encontrar ejemplos de grupos de mujeres, como las sufragistas inglesas, quienes usaron las agujas y los hilos para expresar su causa, o como las Madres de la Plaza de Mayo en Argentina, que enfrentaron a los militares con los pañuelos blancos que portaron en sus cabezas como símbolo de protesta ante la desaparición de sus seres queridos.

Estas manifestaciones se han hecho en el espacio público, y hoy suceden también en el espacio digital, porque allí han encontrado escenarios de visibilización al desenvolver las tensiones entre lo público, lo privado, la casa, la ciudad, lo íntimo y lo colectivo. Así mismo, es en estos espacios en donde las tensiones del género, que nos ocupan en la actualidad, también tienen lugar: es allí en donde los roles de género establecidos condicionan nuestras formas de habitar y existir en la ciudad y en los entornos digitales. Seminario Textil - El Costurero www.icesi.edu.co/elcosturero Espacio público, género y disidencias: Remendando y tejiendo afectos para ciudades inclusivas www.remendandoytejiendoafectos.com

Así, la ciudad y el mundo digital, son escenarios idóneos para rastrear las distintas maneras de resignificar las figuras de sujeción históricamente asociadas a los femenino, y a su vez son espacios que normativamente requieren ser cuestionados porque existen formas distintas de ser y estar, y en donde es necesario discutir sobre la inclusión y la integración social de las diferencias.

Esto es exactamente lo que interesa a esta edición de papel de colgadura, que surge de la necesidad de explorar estos temas asociados al proyecto “Espacio público, género y disidencias: Remendando y tejiendo afectos para ciudades inclusivas”, el cual hemos desarrollado en los últimos dos años (2020-2022) en asocio con el Museo La Tertulia y con el apoyo de MinCiencias. Es así como en esta edición queremos explorar cómo las agujas, el arte, el internet y los activismos, han sido canales de visibilización en nuestras luchas, pero también cómo han develado tensiones del género en las esferas públicas y privadas, en los dominios domésticos, en las calles de la ciudad y en internet como espacio público. Queremos hacerlo a través de productos que nos cuenten historias sobre los cuerpos que habitamos y sobre nuestras formas de habitar la ciudad, tanto en las calles como en el espacio digital que navegamos cotidianamente.

Si les interesa conocer más sobre el proyecto y sobre el Seminario Textil - El Costurero les invitamos a que visiten nuestras páginas web:

Seminario Textil - El Costurero

www.icesi.edu.co/elcosturero

Espacio público, género y disidencias: Remendando y tejiendo afectos para ciudades inclusivas

www.remendandoytejiendoafectos.com