La construcción de un ambiente de ciudad está planteada bajo los parámetros de la confianza en los demás. La percepción sobre los vecinos y el estado son factores influyentes en el comportamiento de los caleños para superar esta situación en la post-pandemia.
“Es posible que eso se deba a una prevalencia en los barrios más pobres y se sirven de la desconfianza como un mecanismo de protección para no ser víctimas. Si aterrizamos eso al contexto de post-pandemia, cabe preguntarnos: ¿qué tanto los que nos rodean usan tapabocas o se evitan de organizar rumbas en las que haya peligro de transmisión?” esto se cuestiona Lina Martínez, directora de POLIS ante la situación.